miércoles, 29 de abril de 2015

Tiquetes a Hong Kong / Hong Kong Tickets

 Febrero 21, 2015


Tiquetes a Hong Kong / Hong Kong Tickets

Pasaron varios meses hasta tomar la decisión final de viajar al sudeste asiático, primero debía pensar en un plan, la gran pregunta de todos los tiempos "¿Por donde empezar? contestarla me llevó a varias meditaciones y más preguntas existenciales, pero al final decidí empezar y terminar por Hong Kong, gracias a la búsqueda en la aplicación de Google Flights, donde podía ver a qué ciudades era más económico viajar desde New York City. Hong Kong era la elegida y por la "módica suma" de $950 ida y regreso (Aeroflot), en un vuelo de dos días, con escala de algunas cuantas horas en Moscú, podría llegar por fin al otro lado del planeta tierra. A sólo dos vuelos de empezar este nuevo camino por más de tres meses recorriendo uno de los lugares más fascinantes. ¿Mi ruta? aun no la defino, sé que estarán incluidos países como Filipinas, Indonesia, Tailandia, Cambodia, Laos y Vietnam, esperando concretar algunos otros dependiendo del tiempo y del presupuesto.
Así pasé de un "tal vez" a un "definitivamente" en sólo un click en una página web de una aerolínea rusa, sólo se necesitan ganas y tomar la decisión sin pensarlo mucho, lo demás se resolverá en el camino, hay un mundo entero por conocer allá afuera, por sentir, experimentar, vibrar y vivir, sobretodo vivir. El momento es ahora.

                                          Amanecer en Machu Picchu, Perú.

lunes, 27 de abril de 2015

Quién creo que soy?

Soy Laura Escobar, nacida en Palmira, rodeada de cañaduzales y ceniza negra, bien negra que caía del cielo cada que quemaban esa caña verde que pinta los paisajes de mi Valle del Cauca, pero también parte de mi corazón está en un pueblo pequeño y frío (por el clima pero no por la gente) en las alturas de la cordillera central, donde he pasado periodos de mi vida rodeada de más verde, pero con un olor particular y penetrante, de esos que te pueden hacer llorar. Mi gama de verdes que entre un olor acaramelado y dulzongo pasa a ese verde intenso de la cebolla larga y el eucalipto fresco; Tenerife es por excelencia el referente a mi apellido y a mi historia montañera. Una combinación exótica entre valles, montañas, ríos y como no, de caballos y cuanto animal de granja exista creando el entorno de esta mujer pálida, con pecas chocolatosas, lánguida y habladora, con una pasión inmensa por saber qué hay más allá, qué hay detrás de esa montaña, detrás de ese río, arriba de ese árbol, esa curiosidad loca que me impulsa a cruzar fronteras ya sean reales o imaginarias.

Estudié Comunicación Social y Periodismo en la Universidad del Valle, donde me adentré en un mundo diferente al de esas montañas y esa caña, donde las creencias políticas y algún escritor europeo forjaron un carácter más fuerte en lo que ya era yo. Me gradué y como muchos recién graduados entré en la crisis de qué haré, por qué, para qué y todas las preguntas que se generan al salir del hogar universitario donde se estuvo "protegido" por tantos años. En esa búsqueda seductora de mi desarrollo profesional y después de algunos trabajos en fundaciones, la misma Universidad del Valle, el Canal Universitario, cortometrajes y documentales, emprendí un viaje por Sudamérica como producto de esa curiosidad y hambre de culturas, aprendizaje, historias, imágenes, momentos y experiencias que no se consiguen en una oficina.
Recorrí 6 paises, durante los nueve (9) meses que duró mi viaje demente por los lugares más paradisiacos que pude imaginar y que nunca pensé que estuvieran tan cerca de mi alcance, sólo necesitaba la voluntad de hacerlo, así como dicen muchos "Querer es poder". Mi presupuesto era tan reducido que me llevó por los encantadores caminos de hacer dedo (autostop) donde conocí cada país desde adentro, su gente, su comida, costumbres y cómo no sus más profundos miedos. Dormí en carpa en lugares desde peligrosos hasta pacíficos y celestiales y trabajé en Buenos Aires, Argentina en un bar en Recoleta como mesera, cosa que nunca había hecho en mi vida. Aprendí de todo un poco, me puse a prueba a mi misma, qué tan independiente realmente era, qué tan guerrera y capaz de sobrevivir por mis propios humanos medios en el desierto, la montaña o la ciudad y me dejé cautivar por ese placer que da el no tener un lugar donde llegar, una hora, ninguna presión externa a la que te dicta tu propio ser. Hasta que la plata se acabó (si, no era mucha, no superó los $1500 USD), y tuve que volver, además que extrañaba mi familia, mis amigos, una cama cómoda y una ducha caliente sin morir electrocutada.  Sin embargo, la ansiedad continuo, me aventuré a viajar a los Estados Unidos, precisamente a Boston (si, la ciudad esta donde está Harvard, MIT, BU, todos los nerds del planeta reunidos en una hermosa ciudad) donde tuve que vivir en hueso propio  el significado de la palabra frío, de ese frío que los latinos poco conocemos y ni nos imaginamos, hablo de -30 grados Celsius que quebranta hasta al más fuerte, te congela la carne y hasta el corazón. Viví allí por año y medio trabajando en algo que nunca pensé que trabajaría, siendo la niñera de una familia francesa, adinerada, hermosa, llena de amor y sentido común, algo que no se ve mucho por los Estados Unidos, pero aprendí aun más, no precisamente de periodismo o sobre viajar, sino sobre la paciencia, la vida misma, el desarrollo de los seres humanos desde su momento más primitivo y básico. Me enamoré de una bebé que sentía como propia, a la que le enseñé a comer, caminar y hablar y aprendí inglés de una niña de 6 años que tenía más paciencia que yo y más dedicación y capacidad de enseñanza que cualquier profesor que tuve en mi larga historia académica. Tuve que dejarlos igualmente, con mi corazón roto, así como dejé a mi familia en Colombia y así como una y otra vez he partido de algún lugar para seguir alimentando a ese pequeño monstruo dentro de mi que no se cansa de andar.

Ahora la nueva ruta es al lejano sudeste asiático, otros nueve (9) países de los que poco sabía antes de empezar a planear este viaje y que han estado allí tan cerca pero tan lejos, sólo al otro lado del globo terráqueo esperandome para llevarme por sus ríos, playas, templos y montañas a una experiencia mágica de la cuál espero hablar en este blog desde una perspectiva muy personal, como colombiana, como mujer, como comunicadora social, como ser humano habitante del planeta tierra.
Espero iluminar un poco a las personas que aun no se han animado a empezar su viaje por la razón que sea y dar consejos útiles sobre qué tan fácil o difícil es para nosotros como colombianos ir a esas lejanías.
Espero me guíen ustedes a mi también con sus letras, sus historias, vídeos, fotos lo que se les ocurra, cualquier consejo o sugerencia es bien recibido desde este lado, si quieren que escriba sobre algo especifico, también se le tiene!
                                                      Islas flotantes, Lago Titicaca, Perú.